Cómo evitar la migración de tinta a los alimentos en la impresión de packaging

La tinta es un elemento básico tanto para aprovechar el potencial comunicativo del packaging como para garantizar su función protectora 

En la impresión de packaging alimentario, una de las cuestiones primordiales a considerar es la seguridad de los consumidores. Por eso, existen normativas estrictas en cuanto a los componentes de las tintas y a las condiciones de aplicación sobre los diferentes sustratos. El objetivo final es garantizar que no haya migración de ningún producto tóxico a los alimentos. 

La función principal del packaging es preservar los valores nutricionales de la comida envasada, protegerla de las interacciones peligrosas, ya sean de naturaleza microbiológica, química, física o mecánica, y atraer a los consumidores. Además, los envases y envoltorios son el lugar donde se incluye la información necesaria sobre el producto y los reclamos de marca. Así, el packaging ideal es el que cumple su función protectora y desarrolla su potencial como herramienta de marketing, y en el cumplimiento de ambos objetivos la tinta juega un papel protagonista. 

Los iniciadores UV o fotofiltros 

Uno de los principios básicos en la impresión de packaging alimentario es que la tinta siempre debe ir del lado del sustrato que no entrará en contacto con el contenido. Hemos de tener en cuenta que las tintas y barnices están formados por componentes diversos que, como hemos indicado, no pueden transferirse a los alimentos. 

Entre los componentes más comunes se encuentran los iniciadores UV o fotofiltros, normalmente del grupo de las benzofenonas, cuya función es evitar que la radiación solar degrade los colores de la impresión del envase durante su trayecto por la cadena de suministro y su estancia en el lineal de los establecimientos comerciales. 

La benzofenona ejerce de barrera contra la radiación ultravioleta al activarse mediante el proceso de curado UV. La tinta impresa sobre el sustrato se polimeriza de forma instantánea y de este modo queda protegida frente a la acción de los rayos solares. 

Elegir el material adecuado como sustrato de impresión 

Ahora bien, no todos los sustratos son completamente seguros frente a la posibilidad de que se produzca migración de sustancias procedentes de los iniciadores UV o fotofiltros. Por eso, es fundamental elegir el material adecuado para packaging alimentario cuando se va a requerir impresión sobre él. Las propiedades de barrera del plástico y el vidrio, por ejemplo, son excelentes, mientras que el papel y el cartón necesitan una capa de plástico adicional para evitar que haya migración. 

Para garantizar la seguridad de los consumidores, la normativa comunitaria sigue el principio de cautela, aunque no existan evidencias claras sobre la toxicidad de una sustancia. Las dos principales referencias legales a tener en cuenta son el Reglamento (UE) nº 10/2011, sobre materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos, y el Reglamento (CE) nº 2023/2006, sobre buenas prácticas de fabricación de materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos. 

De acuerdo a las evaluaciones de la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA), la Unión Europea establece los límites admisibles sobre el uso de sustancias, como la benzofenona, en tintas, barnices y fotoiniciadores, así como la forma en que se tiene que llevar a cabo la impresión de los materiales que van a formar parte del packaging, a fin de impedir la contaminación de los alimentos. 

Otro factor a tener en cuenta respecto a los envases alimentarios es la posibilidad de que, si se fabrican con plástico o cartón reciclado, contengan restos de tinta. Para garantizar que no hay migración, es fundamental que los materiales se hayan sometido a un proceso de reciclaje que previamente elimine la impresión anterior.