La invención de la imprenta tipográfica, en 1440, por el alemán Johannes Gutenberg, marcó una revolución en la difusión de la cultura y el inicio de la industria de la impresión
El origen de la imprenta hay que buscarlo casi 500 años antes, en China, donde ya se usaron tipos móviles de madera. Sin embargo, el gran avance atribuido a Gutenberg fue el ensamblaje de letras sueltas y la adaptación de una prensa de uvas para la impresión de pliegos de papel. Se le considera el padre de la tipografía. Su técnica de tipos individuales, que podían combinarse a voluntad del impresor, supuso un impulso insospechado a la impresión de libros.
Los elementos clave en la impresión tipográfica son:
- La plancha que forman las piezas o tipos grabados con los relieves a imprimir.
- La tinta con la que se empapan los tipos.
- El sustrato de impresión, donde se transfiere el diseño mediante presión.
Los huecos que quedan en las piezas conforman la superficie no imprimible.
El principio técnico en el que se basa la tipografía es muy sencillo: el sustrato se coloca entre dos planchas, que al ejercer la presión necesaria imprimen sobre él el relieve entintado.
Gutenberg y sus impresores coetáneos utilizaban planchas metálicas compuestas por tipos de plomo y madera. En realidad, las planchas tipográficas pueden fabricarse con materiales muy diversos, siempre que soporten la presión necesaria para la transferencia de textos e imágenes. Así, hoy en día, las hay de fotopolímeros, de madera, o de metal impregnado de magnesio, entre otras opciones.
¿Cuáles son los modelos de prensa tipográfica?
Las prensas tipográficas se dividen en tres modelos principales:
- Planas: las prensas originales eran de este tipo. Tanto la plancha con la composición de tipos como el sustrato se colocan sobre superficies planas conocidas como platina y tímpano. La plancha se entinta de forma manual o mediante un sistema de cilindros que se deslizan por la plancha antes de cada impresión.
- Planocilíndricas: el sustrato se acopla a un cilindro que se desliza sobre la plancha, situada a su vez sobre una superficie plana estática. Permiten más libertad de movimiento que las máquinas planas, además de proceso de corte y acabado.
- De cilindros: la plancha se coloca en una superficie cilíndrica, mientras que el sustrato recibe la presión del cilindro de impresión. Pueden ser máquinas de pliegos, que imprimen las hojas de una a una; o rotativas, en que el papel es suministrado mediante una bobina continua. Facilitan una impresión más rápida y a doble color.
¿Cómo se fabricaban los tipos?
El elemento que da nombre al sistema de impresión que cambió para siempre la forma en que se difundía la cultura es una pequeña pieza metálica que, en su origen, fabricaba el fundidor con estaño, plomo y antimonio. Vertía la aleación en los moldes preparados para cada letra o carácter, y si era especialmente hábil podía crear unos 4000 tipos por día.
Preparar la plancha de impresión era una auténtica obra de artesanía, pues podía estar compuesta por miles de piezas, de manera que la operación debía llevarla a cabo personal especializado. Hasta bien entrado el siglo XX, la tipografía continuó siendo el sistema de impresión dominante, hasta que el desarrollo tecnológico de la litografía offset lo desplazó de la impresión industrial y quedó reservado para trabajos de artesanía.